Unos días antes de la romería dejamos los sombrajos, que ya habíamos adquirido para la Virgen del Llano, bien a mano, pero no hizo falta ni sacarlos de la bolsa. Menudo día!! amaneció bastante nublado amenazando lluvia, pero poco a poco se suavizó la cosa.
Decidimos ir, pero caminando no se atrevió más que Jesús, los demás en coche y bien preparados por si lloviera.
Resultó un día inmejorable, sombrita natural (por las nubes) y a ratitos el sol, en fin ni frío ni calor.
Todo transcurrió normalmente; la misa en la ermita (¿dónde estará la llave de Santa Quiteria?) como está mandao, el reparto de torta y vino dulce en el antiguo altar, y la comida en la explanada, como siempre.
Los más pequeños disfrutaron cogiendo mariquitas, madre mía si había mariquitas!!! y los mayores charlando y compartiendo como es habitual en estas romerías.
Aunque todo no podía salir bien, así que, una vez estábamos en la sobremesa, el aire comenzó a soplar trayendo consigo la dichosa, pero necesaria, lluvia y tuvimos que recoger corriendo y volver a Agüero.
En definitiva ¡¡¡un día estupendo!!!
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