El sábado por la tarde el Ayuntamiento nos tenía preparada la fiesta de san Juan, los bocadillos la barra de bar, la música, que seleccionaron los moz@s del pueblo y como no la hoguera, no faltaba nada para una gran velada en compañía de nuestros vecinos.
Y cuando los bocadillos se estaban terminando sucedió lo que nadie esperaba, comenzó a llover pero nos resistimos a abandonar nuestra verbena y nos resguardamos donde pudimos...
Hasta la hoguera se resistía a abandonar la fiesta.
Y por fin dejó de llover, algunos se quedaron con hambre (o sin bocadillo) y aprovecharon las brasas de la hoguera, otros se decidieron por el baile y la fiesta.
Esperemos que el año que viene tengamos un San Juan menos pasado por agua.
lunes, 28 de junio de 2010
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